En la costa de Playas de Rosarito, emplazado en lo alto de un acantilado con vista al Océano Pacífico, se encuentra este proyecto habitacional que está diseñado para la convivencia directa con el mar y sus atractivos.

ONNE es un edificio de unidades habitacionales con una recámara, de 50 a 80 metros cuadrados, dirigido a personas que disfrutan del contacto con el mar a través del surf y los deportes acuáticos.

Los departamentos parecen extenderse hacia el exterior prolongándose en cajas abocinadas, compuestas por losas y muros, enfatizando la conexión con el mar y haciendo visibles en la fachada las unidades que comprenden el complejo. Además, la fachada dialoga constantemente con la cadencia del agua, gracias a la geometría ondulante de las extensiones de las unidades.

El uso de hormigón armado pigmentado como principal material de construcción permite que el proyecto armonice con los tonos del entorno, creando la impresión de que el edificio emerge de las rocas del acantilado. Los acabados son aparentes, buscando una expresión pura, honesta y local del material, favoreciendo su mimetismo con el contexto. Sumándose a esta idea, la alberca actúa como contenedor natural del paisaje rocoso, creando una transición entre el edificio y su entorno.

En el interior, los espacios manifiestan la honestidad estructural del proyecto a través de acabados e instalaciones aparentes. Son espacios abiertos, con el menor número posible de divisiones, para garantizar una ventilación e iluminación adecuadas, así como la continuidad visual hacia el mar desde todas las zonas del departamento.