Descripción

El Bosque de Chapultepec fue considerado el 29 de septiembre del año 1932, lugar de belleza natural por la comisión de monumentos y bellezas naturales, distinción merecida en virtud de su diseño y trazo original que desafortunadamente los años fueron borrando y deteriorando.

Nuestra propuesta para el pabellón fue realizar un edificio de trazo muy simple, inclusive elemental, de bajo costo en su edificación y mantenimiento, lo cuál está basado en la preexistencia de una diferencia de niveles entre el lugar designado a proponer el pabellón y el lago menor, lo que comúnmente llamamos “TALUD”.

Al replicar el talud que originalmente existía, se conforma un espacio simple y versátil, e invisible, ya que el ojo humano no sería capaz de distinguir a simple vista que el nuevo talud propuesto estaría a unos metros más próximo a si mismo. Al tener una superficie cubierta de especies verdes, no podría notarse su aspecto edificado, se vería como si siempre hubiera estado ahí. Un espacio dotado en su interior en su totalidad de iluminación y ventilación natural, donde podrían realizarse todas las actividades que el programa exigía en contacto directo con el espacio contiguo. Lo cuál sería el talud original con el cuál se convive en todo momento en el espacio interior confinado el verdadero sabor del bosque, percibiendo en el su olor, sonidos y sintiéndolo como dentro del mismo espacio.

Logramos resolver de forma fácil, económica e ilustrativa, dejar inscritos en el territorio los trazos originales de los andadores de aquella versión reconocida en 1932, no sólo en el interior del edificio nuevo, donde comienza y concluye de nuevo el trazo, sino a todo lo largo y ancho del polígono, dejando un testigo de piedra volcánica que empezando en el mismo proyecto del pabellón y además atravesándolo, rehiciera al pie de la letra el trazo original de los andadores que se proyectaron originalmente en el bosque, dando la oportunidad al usuario de poder entender esa cara de chapultepec que hoy en día la gente no conoce.

El Pabellón consideraba esa dualidad en su conformación física, un cuerpo totalmente recto en sus aristas y otro ligeramente curveado como ese trazo original, haciendo alusión a la fusión y el diálogo de lo nuevo con lo viejo.

Se propuso la blibloteca viva en una plataforma ligada a la tierra, de antesala al ingreso al pabellón, donde se grabaría en el concreto el nombre de cada especie al pie de la que estaría plantada ahí mismo frente al texto, y que transeúnte podría leer y ver ambas juntas; poniendo especial atención en que fuera el espacio suficiente para exhibir absolutamente todas las especies que existen y que siempre se podrían ir implementando más y más a lo largo del recorrido; debido a que quedaba no solo contiguo al jardín etnobotánico que es parte de esta biblioteca, sino que ademas se podría ir implementando a lo largo de todo el recorrido de la traza original del chapultepec de 1932, haciendo con esto lo que sin duda sería el compendio mas basto de especies endémicas al aire libre en la Ciudad de México.

La propuesta que hicimos por su ubicación, consideraba dejar el 100% de los árboles preexistentes del sitio. No era necesario tirar uno solo, inclusive, los que ahí estaban también vivos o muertos de forma escultórica formarían parte del inventario interior del edificio propuesto.